Odin Sphere – Fantasía épica nórdica

Vanillaware nos ha traído grandes obras como Dragon’s Crown, Murasama Rebirth y el más reciente 13 Sentinels: Aegis Rim. Todos sus proyectos destacan por su estilo y color, gracias a las hermosas ilustraciones de sus increíbles artistas. Desarrollado y distribuido por Vanillaware y Atlus, Odin Sphere es uno de esos juegos que se nombran cada par de años para recordar lo asombroso que es este estudio, aunque no precisamente por su versión de PS2…

La vieja versión de Odin Sphere dejó mucho que desear, tanto que decidieron volver a lanzar el juego en la PS Vita y más tarde en la PS4, mediante una remasterización completa, con cambios muy necesarios, como nuevas mecánicas, ataques, modos, gráficos, enemigos y objetos.

UN MUNDO FANTÁSTICO

Odin Sphere es un RPG de acción que salió en 2007 para la PlayStation 2. Vanillaware trae de vuelta la obra con Odin Sphere Leifthrasir, con mejores gráficos y cambios en la jugabilidad, para por fin sacar todo el potencial a este cuento de fantasía.

Leifthrasir incluye una modalidad que respeta el sistema de la versión de PS2 y la historia sigue siendo la misma. Sin embargo, el modo principal incluye cambios, más contenido y mejoras en su jugabilidad. Como un modo Boss Rush donde se pueden luchar contra todos los jefes del juego sin parar y un modo Clásico que nos lleva al Odin Sphere original, remasterizado para nuevas consolas.

La historia empieza cuando una chica llamada Alice empieza a leer unos viejos libros en su ático. Cada libro cuenta sobre la vida de un héroe del mundo fantástico que está altamente influenciado por la mitología nórdica, como la valkiria Gwendolyn, la hada Mercedes o el príncipe Cornelius, cada personaje con su propia personalidad, problemas personales y estilo de combate único. Estas elaboradas historias se entrecruzan para contar la historia desde el punto de vista de cada personaje.

A lo largo de Odin Sphere jugamos con estos personajes de los cuentos. Algunos están más enfocados en el combate cuerpo a cuerpo, mientras que otros usan ataques a distancia. El caballero oscuro Oswald es especialista en moverse por el escenario con sus fuertes ataques y mecánica de furia, que le aporta más daño y velocidad durante unos segundos, mientras que la hada Mercedes utiliza su ballesta para acabar con los enemigos de lejos, con misiles y disparos rápidos.

¿QUÉ HAY PARA COMER?

Cada cuento de Odin Sphere se divide en siete capítulos con una estructura muy similar: una breve secuencia de diálogos entre personajes, seguido de exploración 2D por un nivel compuesto por pantallas de combate y descansos donde podemos comprar objetos a los vendedores o preparar una comida especial que nos devuelva las fuerzas.

Las zonas están conectadas entre sí por varios puntos de salida, lo que permite que se pueda crear un mapa complejo, con rutas opcionales y zonas secretas que contienen nuevas habilidades, recetas de comida o valiosas reliquias, al igual que grupos de enemigos especiales y mini jefes.

Podemos ir directamente a por el jefe del nivel o explorar la zona detalladamente y obtener ingredientes u otros objetos importantes que se pueden usar para dar experiencia al personaje. Al derrotar enemigos se obtiene prozones, unos orbes morados que se pueden canjear por mejoras en las habilidades de los personajes, así que es recomendable luchar contra todo lo que se mueva. Otra manera de usar los prozones es cultivando semillas y usándolos para que las plantas crezcan rápidamente, consiguiendo ingredientes para recetas.

Solo hay dos maneras de subir de nivel al personaje: luchando contra enemigos o comiendo todo tipo de alimentos, tanto comida preparada como ingredientes conseguidos. La mejor manera sin duda es comiendo los elaborados platos de los Pooka. Solo hay que llevarles la receta y los ingredientes necesarios. Se puede subir de nivel muy rápido y se notarán enseguida los cambios en el personaje.

A lo largo del juego, tenia constantemente el dilema de cómo usar los prozones. Podía emplearlos para conseguir más comida y subir de nivel al personaje o en las habilidades conseguidas y así obtener más poder destructivo.

DÉJÀ VU

El sistema de ataques y combos es sencillo, pero se puede perfeccionar el uso de cada personaje. Todos tienen buenas habilidades que combinan unas con otras y te permiten desencadenar combos esplendidos.

A medida que avanzamos podremos equipar hasta cuatro habilidades en botones de atajo, esto hace el combate mucho más fluido y precioso. Machacar botones puede ser suficiente para acabar con el desafío, pero aquel que aprenda a usar los combos podrá encontrar mayor satisfacción en la jugabilidad, además de que se verá mucho más chulo.

La fluidez de Leifhrasir se siente como si estuviera jugando un viejo arcade y es sin duda una mejora del original. Sin embargo, el juego puede llegar a explotar y veremos los frames bajar cuando se utilizan varias pociones de alquimia al mismo tiempo y hay mucho ocurriendo en la pantalla.

Estas pociones se pueden crear con ingredientes y tanto pueden ser usadas para la ofensiva o defensa, pueden crear huracanes de viento o hacernos invisibles durante un tiempo.

El mayor problema de Odin Sphere surge en la repetición de su estructura. Cada capitulo es igual, luchamos contra diferentes enemigos y jefes, pero no es suficiente para aportar un mayor desafío a la campaña.

En otros juegos del estudio, como 13 Sentinels: Aegis Rim, podemos cambiar de personaje en cualquier momento y seguir su parte de la historia, pero aquí estamos obligados a concluir la historia de un personaje antes de empezar otra nueva. Esto requiere empezar a utilizar un personaje nuevo desde nivel 1, después de acabar una campaña al nivel máximo.

Es agotador empezar de cero y esto empeora cuando descubres que vas a luchar contra los mismos enemigos, muchos de lo mismos jefes y explorar los mismos mapas que en la historia previamente jugada.

Me habrían gustado campañas más cortas y únicas para cada personaje o utilizar a los héroes en un orden cronológico, para sentir menos repetición.

Los personajes tienen voces prestadas por excelentes actores, tanto en inglés como japonés. Los textos también están completamente traducidos al castellano, aunque en PS4 solo se puede acceder a este idioma si cambiamos el idioma de la consola.

La banda sonora sigue siendo increíble y se han añadido nuevos temas, se han reducido los tiempos de carga y uno de los cambios más destacados es el precioso arte 2D, con fondos increíbles que parecen sacados de una pintura.

CONCLUSIÓN

Odin Sphere Leifhrasir es un juego que al principio intimida con su gran cantidad de menús y mecánicas, pero no tardaremos en hacernos a su ritmo y jugabilidad. Su arte es como una pintura en movimiento y todas las nuevas mejoras hacen que el original quede obsoleto. Esta es sin duda la versión que todos deben jugar.

El combate es muy divertido y aprender combos con cada personaje es altamente adictivo. Las 40 horas de campaña pueden llegar a ser lentas, pero cuenta una historia que es digna de experimentar, con un capítulo final de diez. Valió la pena pasar por toda esa repetición que supuso la exploración y jefes reciclados.

Por lo menos tenemos suficientes opciones para probar con la alquimia y combate, por lo que nosotros somos los que podemos hacerlo más interesante. Odin Sphere es una agradable sorpresa que le gustará a los admiradores de otras obras de su estudio. No vas a encontrar muchos juegos igual de creativos e interesantes.

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