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Stray – Una aventura que siempre cae de pie

No fue hasta que empecé a jugar Stray que me di cuenta de lo parecidos que somos a los gatos cuando jugamos un videojuego de plataformas, saltando por todo el escenario como si se tratara de un gimnasio felino, buscando maneras poco convencionales de escalar edificios, rompiendo cosas y mirando a los demás desde arriba en un alarde de superioridad.

La desarrolladora Blue Twelve Studio nos trae una interesante aventura felina publicada por Annapurna interactive, sin temor a decir que «siempre cae de pie».

El héroe de Stray es uno que no necesita introducción

UN PROTAGONISTA CON SIETE VIDAS

Estaría mintiendo si dijera que nunca he deseado tener la vida de un gato. La idea de tumbarme en el suelo todo el día y tener la agilidad de un felino para salir a explorar donde yo quisiera suena como una vida bastante tranquila y relajante. Eso es exactamente lo que consiguen los desarrolladores de Stray en su nuevo juego: una experiencia relajante con excitante exploración y la oportunidad de ser el gato que siempre habíamos soñado.

Jugar como un gato es mucho más interesante y divertido de lo que me había imaginado

Aunque la vida del gato de Stray se diferencia un poco de los gatos que me encuentro todos los días en mi barrio. Nos aventuraremos por una ciudad post apocalíptica, donde la única población presente son unas máquinas cubiertas de neón que llevan años ocultándose de los peligros que acechan fuera de sus muros. Nosotros nos encontraremos inmersos en la acción al recibir señales de socorro de una maquina amigable llamada B-12.

Las maquinas son seres amigables, lo único que piden es que no los comamos

Era muy importante obtener la sensación de estar jugando como un gato, ya que, al fin y al cabo, no estamos controlando un héroe mitológico o un animal mutante con super poderes. Lo que tenemos a nuestra disposición es un gato normal y corriente, como los muchos que habitan nuestros salones, y eso es más que suficiente para tener una gran experiencia.

Navegamos por las calles iluminadas de neón, en un mundo post apocalíptico

Los movimientos y animaciones del gato son excelentes y con detalles de lo más naturales. A lo largo del juego podremos hacer todo aquello disponible en el armamento de un gato, como maullar, arañar puertas, llevar objetos en la boca, ser acariciado por los dedos metálicos de los habitantes, tirar objetos al suelo desde posiciones elevadas y, sobre todo, realizar saltos muy grandes por todo el escenario.

Ahora entiendo como se sienten los gatos, no me resisto a tocar el botón

Nuestro objetivo es llegar al exterior, para lo que necesitaremos la ayuda de nuestros afables robots. Pero no será tan fácil: a las afueras de la ciudad habitan los Zurks, una especie de bacteria creada por el hombre que acabó siendo la destrucción de la humanidad.

Nuestra aventura es mucho más compleja de lo que tenía previsto antes de empezar la campaña y fue una gran sorpresa encontrar unos enemigos tan feroces en un adorable juego sobre un gato.

UN GATO EN UN MUNDO CIBERPUNK

Los pequeños zurks nos comerán vivos si consiguen alcanzarnos

El movimiento en Stray es calculado y preciso. Nuestro gato puede aventurarse por todo tipo de superficies para llegar a su objetivo, con un sistema mucho más satisfactorio y rápido que en los Assassin’s Creed.

Escalaremos rápidamente obstáculos y también interactuaremos con objetos gracias a nuestro compañero B-12, un robot sin memoria que busca respuestas sobre su pasado. Nuestro amigo viene acompañado de un sistema de inventario para guardar todos los objetos que recogemos, un traductor para explicarnos (¿en lenguaje gatuno?) todo lo que dicen los robots y una linterna para guiarnos en los edificios más oscuros.

Los habitantes de la ciudad tienen personalidad y se diferencian entre sí, como el genio de informática Elliot, que tiembla porque siente frio. Nos pedirá que le traigamos una manta caliente para que pueda arreglar aparatos, la cual obtendremos del robot que parece una anciana tejiendo ropa. Sin embargo, ella necesita un cable eléctrico, así que debemos conseguirlo del robot que recoge basura.

De esta forma secuencial iremos conociendo todos los habitantes de la ciudad, a través de misiones tanto obligatorias como opcionales de búsquedas del tesoro. Pueden hacerse algo pesadas y repetitivas después de un tiempo, interrumpiendo la fluidez de la campaña.

Podemos compartir objetos con los habitantes de la ciudad y ver sus reacciones

Es cierto que Stray es un juego corto, lo he podido completar al 100% después de solamente cuatro horas. La única actividad que tenemos pendiente para realizar es recoger todos los coleccionables del juego, como los recuerdos de B-12, que proporcionan más desarrollo al personaje y trasfondo al mundo que exploramos. Pero después de completar estos objetivos no hay realmente nada más que hacer.

Somos guiados por nuestro compañero y le ayudamos a recuperar su memoria perdida con recuerdos del pasado

EL EXPLORADOR FELINO

Por otro lado, la acción y excitante exploración en Stray me mantuvo completamente entretenido, excepto en los momentos que no sabía dónde tendría que dirigirme. Muchas veces nos dirán el nombre de un habitante de la ciudad y habrá que buscarlo por todas partes. Esto puede ser irritante si el personaje se encuentra escondido en una casa oculta a la que solo podemos entrar resolviendo un puzle.

Me he encontrado varias veces entrando en lugares donde no tendría que estar en ese momento porque no sabía dónde estaba mi objetivo.

Las calles de la ciudad son muy similares y eso puede llevar a que nos perdamos al principio

Cuando no estemos explorando la ciudad, los Zurks nos perseguirán en el mundo exterior, mientras huimos entre las zonas de plataformas y seleccionamos los caminos correctos. Aunque el desafío no sea muy grande, estas secciones sirven para aportar más acción a la historia y se agradece. Por mucho que me guste la idea de ser un gato, no me atrae ser el recadero de todo un pueblo.

La música es otro aspecto del juego que debo felicitar. Los sonidos que se escuchan por la ciudad te insertan en la atmosfera urbana y de estilo ciberpunk que encontramos a lo largo de la historia, con increíbles efectos de sonido del mundo y de nuestro protagonista gatuno, como sus maullidos adorables.

Ser un gato significa ser capaz de hacer lo que te dé la gana, como caminar encima de un teclado o tirar objetos al suelo

CONCLUSIÓN

Stray es, sin ninguna duda, el juego más adorable que he jugado este año, con increíbles animaciones y visuales. La jugabilidad es perfecta a nivel técnico, aunque no aporte nada nuevo al género.

Puede que Stray no sea la experiencia más explosiva del año, pero lo compensa siendo un buen paseo con unas grandes vistas y una historia de lo más interesante. Es una aventura divertida y relajante con momentos de tensión.

El final de Stray me tenía deseando ver más de nuestro peludo protagonista, el cual nunca dijo ni una palabra, pero eso no hizo falta para que disfrutara de cada segundo que lo controlaba. Jugar con el felino fue una agradable sorpresa que no sabía lo mucho que deseaba experimentar.

Mi historia no seria tan interesante si yo fuera un gato

Reseña realizada en PC.

Stray está disponible en Playstation 4, Playstation 5 y PC.

Stray

29,99€
8

GRAFICOS

9.0/10

DURACIÓN

7.0/10

SONIDO

8.0/10

JUGABILIDAD

8.0/10

Pros

  • Mundo interesante y digno de explorar
  • Perfección de sonidos a nivel técnico
  • Controles agradables y completos
  • Final muy satisfactorio

Cons

  • Termina demasiado rápido
  • La falta de un mapa o indicación visual para orientar los jugadores
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