En el mundo post apocalíptico de Eastward nadie se atreve a soñar. Nadie excepto el dúo dinámico de John y Sam, un silencioso trabajador de la mina y una energética niña llena de curiosidad. Juntos embarcan en una aventura hacia el este, descubriendo nuevas localidades y haciendo muchos amigos por el camino.
Eastward es el nuevo juego de Pixpil, publicado por Chucklefish y distribuido en formato físico por Meridiem Games en España. Se trata de una aventura llena de acción, puzles y elementos RPG inspirados en el amado clásico Earthbound.
RUMBO HACIA EL ESTE
Lo primero en lo que me he fijado al jugar Eastward no fue su jugabilidad llena de acción, sino su deslumbrante arte y estética retro. El arte a base de pixeles es precioso y lleno de color, con una perspectiva elevada 2D y excelente atención al detalle en los escenarios. Cada lugar es una explosión de color y creatividad: a veces había tanto que ver en la pantalla que tenía que, simplemente, parar un momento y observar todo a mi alrededor. Sin duda, un mundo lleno de vida con mucho que explorar.
Eastward es un juego que sabe como establecer el tono para el resto de la aventura. Después de los primeros capítulos, pude ver que esta sería una aventura que contendría momentos cómicos y al mismo tiempo otros más reales y oscuros. No es una historia que tenga miedo de mostrar temas más maduros y elementos macabros como enemigos sacados de Castlevania.
Sin embargo, la mayor parte del juego contiene un tono más ligero y amigable a todos los públicos. Los personajes son divertidos y es fácil simpatizar con la mayor parte de ellos. Por otro lado, fue difícil para mí sentirme apegado emocionalmente al personaje de John, ya que nunca dice nada ni muestra ninguna emoción a lo largo de la historia. Me hubiera gustado ver algún tipo de expresión o animación que le diera algo más de vida.
La jugabilidad principal de Eastward consiste en aventurarse por mazmorras con nuestros protagonistas, derrotando enemigos con armas cuerpo a cuerpo y habilidades poderosas, parando de vez en cuando para cocinar un delicioso plato que podemos usar para curarnos cuando estemos en apuros.
Cocinar no es tan divertido como luchar, ya que únicamente se basa en elegir diferentes ingredientes y crear un plato que nos sanará un determinado numero de corazones. Hay varias recetas por descubrir, pero puede compensar limitarse a hacer los mejores platos que ya se han cocinado previamente, para no correr el riesgo de cocinar un plato peor y, por lo tanto, un objeto peor.
SARTÉN MULTIUSOS
Pero el combate en Eastward es divertido y adictivo, contando con una gran variedad de armas que nos ayudan a adaptarnos a los enemigos en nuestro camino. Tenemos nuestra increíble sartén que puede acabar con cualquier enemigo y nunca se rompe, pero debemos acercarnos muchísimo a los enemigos y eso puede llevarnos a recibir un ataque de estos.
Así pues, tenemos la opción más segura de usar el lanzallamas o la escopeta, pero cuidado porque la munición se acaba. Las armas también se usan para resolver puzles, como bombas que se pueden aprovechar para accionar interruptores o romper muros de piedra.
En general, Eastward es un juego bastante fácil. Nunca tuve un problema con eliminar ninguno de los muchísimos enemigos que hay a lo largo de las mazmorras. Cada zona introduce un nuevo enemigo al que derrotar y todos tienen diferentes patrones de ataques que debemos aprender. Por otro lado, John y Sam se sienten demasiado poderosos desde el primer momento, con ataques muy fuertes y habilidades como una especie de telekinesis que puede dejar a los enemigos parados durante segundos, dándonos una excelente oportunidad para acabar con ellos o huir.
En las mazmorras también recogemos sal de los enemigos derrotados, la moneda del juego. Con ella podemos comprar objetos nuevos, mejorar nuestras habilidades y sanar nuestras heridas. Al final de cada zona también encontramos jefes que pueden darnos un buen enfrentamiento, hasta que descubrimos sus debilidades y la batalla termina rápidamente.
OBSTÁCULOS EN LOS CARRILES
Por desgracia, Eastward es un juego que abusa mucho de sus inspiraciones, jugándose de forma muy parecida a los antiguos Legend of Zelda y contando una historia llena de aspectos similares a Earthbound. De hecho, el juego incluso tiene un minijuego llamado “Earthborn”, donde usamos un sistema de combate por turnos típico de los JRPG.
Se nota que los creadores están enamorados de estos clásicos, pero ello provoca que solamente la presentación del juego y el arte visual destaque. La historia rápidamente empieza a decaer tras las primeras horas.
Eastward es un juego largo, durando entre 30 y 40 horas, dependiendo de si hacemos el contenido secundario o no. Después de los primeros capítulos, la historia se toma su tiempo en avanzar y fui poco a poco perdiendo el interés en los acontecimientos.
Al final del juego, solo quería que la historia llegase a su fin para ver como terminaba y, aunque en la mayor parte del tiempo puedes viajar rápidamente de un lugar a otro, no lo podrás hacer si estás dentro de una mazmorra, obligándote a retroceder por caminos anteriores varias veces.
Aparte de los problemas en la narrativa, sin duda el mayor problema que tuve con Eastward fueron sus crasheos continuos. Llegué incluso a perder la cuenta de cuantas veces sufrí un crasheo en mi Nintendo Switch, pero superó la decena. Todos ocurrieron después de cinemáticas que no puedes saltar, obligándome a empezar el juego y continuar desde mi autoguardado más reciente, a veces teniendo que repetir jefes y ver las cinemáticas largas hasta que lleguen a su fin.
Por suerte, el autoguardado me dejaba justo donde el juego había parado, pero aun así, no podía evitar sentirme frustrado por ello.
CONCLUSIÓN
Pero esto no debe eliminar vuestro interés por el juego: Eastward es fabuloso y adorable. Su desarrollo puede ser lento, pero vale la pena llegar hasta los últimos capítulos de la historia y disfrutar de su gran acto final.
El combate es divertido y las mazmorras diseñadas a perfección, con un mundo que es muy digno de ser explorado. Además, El minijuego Earthborn es una divertida manera de pasar el resto de la aventura. Podemos coleccionar personajes y usarlos para derrotar al gran villano secundario dentro del pequeño juego.
Algo que falta en Eastward es la posibilidad de regresar a zonas previamente vistas, ya que ni siquiera tiene un modo nueva partida+. Habría sido una buena oportunidad para usar las armas y poderes que vamos obteniendo para llegar a nuevas áreas o resolver puzles.
Aunque tenga sus problemas técnicos, Eastward es una aventura recomendada para los fans de RPGs clásicos como Zelda y Earthbound, con un mundo muy interesante y especial que puede ser aún mejor cuando arreglen todos los problemas de bugs y crasheos.
Su arte visual es suficiente para mantenernos atrapados durante horas, con excelente música relajante y un adictivo combate que dan ganas de partir hacia el este.
La edición física de Eastward para Nintendo Switch se encuentra a la venta desde mayo de 2022 totalmente traducida al castellano e incluye un exclusivo set de pegatinas chibi con el arte del juego.
Reseña realizada en Nintendo Switch gracias a un código proporcionado por Meridiem Games.