Aunque sea fácil para todo fan de Shin Megami Tensei disfrutar de Soul Hackers, es también muy probable que incluso los nuevos encuentren gran admiración en la entrega de la saga Devil Summoner. Al fin y al cabo, Soul Hackers es uno de los muchos hijos de la familia de Atlus, con mecánicas y sistemas reminiscentes de otros clásicos como Persona 4 y SMT III Nocturne.
Soul Hackers trae algo nuevo a la formula fantástica y juvenil que solemos encontrar en la saga Persona, manteniendo la madurez de un SMT y un cautivante argumento con una plantilla de personajes lo suficientemente interesantes como para transportarnos, con alma y mente, a la neo-futurística ciudad de Amami city.
LA PÍLDORA ROJA
Soul Hackers trata con dos temas que suelen estar muy presentes en la formula de megaten, la tecnología y lo oculto. Aquí controlamos una vez más a un protagonista silencioso, el cual hace parte de un grupo de hackers llamados los Spookies. Nuestro objetivo es investigar la curiosa empresa Algon Soft, que acaba de desarrollar un impresionante mundo virtual llamado Paradigm X.
Allí están sucediendo eventos muy raros. Los jugadores se quedan petrificados mientras se conectan al mundo virtual y sus almas son arrebatadas por una entidad desconocida. Con la ayuda de nuestros compañeros y demonios, debemos detener los planes malvados de la Sociedad Fantasma, el misterioso grupo que controla Amami City desde las sombras.
Durante el viaje, conocemos al demonio llamado Nemissa, que posee el cuerpo de nuestra amiga Hitomi, siendo el completo opuesto a la tímida compañera. Nemissa nos aporta gran poder y unos divertidos comentarios descarados.
A lo largo de la historia, también presenciaremos “Vision Quests”. En esta especie de flashbacks viviremos momentos críticos de las vidas de otros invocadores de demonios y descubriremos detalles sobre la Sociedad Fantasma.
La narrativa es muy interesante, aunque el juego puede sufrir por sus muchos años. Nos damos cuenta ahora mismo que tenemos básicamente ordenadores en nuestros bolsillos y la mágica ilusión del futuro plasmado en Soul Hackers se desvanece un poco, pero eso no significa que su mundo no sea creativo o cautivador.
Lo que más fácilmente brilla en Soul Hackers son sus personajes y las interacciones entre ellos. Incluso Hitomi y Nemissa intercambian diálogos cuando no hay nadie cerca. Esto hizo que no sintiera la necesidad de tener interacciones con mi protagonista, ya que siempre había alguien para reaccionar por nosotros. El resto de los Spookies también son muy divertidos y me ha gustado pasar el tiempo con ellos, aunque por desgracia no existe la posibilidad de mejorar nuestra relación con ellos como en los juegos de Persona. La parte positiva es que siempre podemos acércanos al escondite de los Spookies para preguntarles algo nuevo.
DEMONIOS CYBERPUNK FUTURISTAS
La presentación de Soul Hackers es impecable y hace un gran esfuerzo para diferenciarse del resto de juegos en la franquicia. La banda sonora es increíble y encaja perfectamente con la siniestra y oscura, pero siempre despierta, Amami City. Nos desplazamos por el mapa isométrico y podemos interactuar con varias personas, cada una con un cuadro de arte diferente. Sus interacciones son hilarantes y siempre valía la pena parar y hablar con alguien.
El reparto de personajes importantes comprende muy buenas actuaciones de actores de voz que han aparecido en otros juegos de Atlus, como las voces de Akihiko, Mitsuru, Chie, Yosuke y muchos más. Soul Hackers también ha envejecido muy bien visualmente, con efectos 3D muy estilísticos y cinemáticas bien animadas. Se nota claramente que es un juego antiguo, pero se sigue pudiendo apreciar a día de hoy gracias a su arte y las buenas actuaciones.
La principal jugabilidad de Soul Hackers ocurre en mazmorras que encontraremos a lo largo de la historia. El diseño de niveles es impecable y muy creativo, como el museo de arte en el que los cuadros cobran vida, teniendo que entrar en cada cuadro para resolver un puzle y derrotar un peligroso jefe al final de la zona. Los combates con los jefes necesitan algo más de impacto, lo cual se podría haber solucionado si tuviéramos más interacciones con los demonios, pero eso solo ocurre con los más importantes.
A la hora de explorar las diferentes localidades de Soul Hackers, contamos con un pequeño mapa para guiarnos por las muchas mazmorras que veremos. Es muy fácil guiarse por el mapa gracias a ello, sin tener que preocuparnos tanto por nuestros alrededores con la visión de primera persona. Al igual que las viejas mecánicas de dungeon crawler de los otros SMT, Soul Hackers utiliza también unas mecánicas de combate conocidas en el género.
El combate es como el de un JRPG clásico. Aquí controlamos los demonios y a nuestro protagonista en un combate por turnos, eligiendo entre una gran variedad de opciones de ataque, hechizos y objetos. Otra opción es dejar que los demonios ataquen solos, dándonos menos cosas por la que preocuparnos. Existen varias opciones a la hora de dar ordenes a los demonios, pudiendo poner énfasis en la defensa, ataque o en potenciar un aliado.
Hablando de demonios, vamos a tratar con muchos de ellos y la mejor manera de dar la bienvenida a los nuevos miembros de nuestro equipo es negociando previamente. Las negociaciones son divertidísimas y aportan mucha personalidad a los demonios, los cuales nos pueden pedir objetos a cambio de unirse a nuestra banda o simplemente hacernos una pregunta carismática. Si contestamos de una manera que agrade al demonio, se unirá a la causa.
Cada encuentro con un grupo de demonios puede tener múltiples resultados gracias a la mecánica de negociación y eso hace que cada combate sea disfrutable y menos repetitivo. Me he pasado horas hablando con varios demonios y olvidándome de lo que tenía que hacer en la historia. La manera como intentaba convencer los demonios, adivinando lo que les podría gustar escuchar, me mantuvo entretenido e interesado en muchos escenarios.
PROBLEMAS EN EL PARAISO DE SOUL HACKERS
Pero no todo es diversión. Las mecánicas de demonios son difíciles de aprender para un novato en la saga de megaten, las diferentes etapas del día afectan los poderes de ciertos demonios y cada uno tiene una personalidad diferente, influyendo en el combate de alguna manera. El sistema es complicado de perfeccionar y eso puede ahuyentar los jugadores al principio. Los demonios pueden abandonarte, negarse a cumplir ordenes o causar el caos de una manera impredecible.
Por un lado esto es una gran señal de una IA muy inteligente y una gran atención al detalle de cada demonio, pero por otro lado puede llevar a momentos frustrantes si no sabemos como domar a nuestros monstruos. Algunos detestan usar ciertos ataques y otros se olvidaran de lo que tendrían que estar haciendo. Todo puede pasar en el campo de combate, pero el juego no espera que se queden mucho tiempo en nuestro equipo, ya que los demonios no suben de nivel. Tendremos que estar fusionándolos constantemente y eso hace que conozcamos nuevos amigos a todas horas, manteniendo el combate fresco e interesante.
Teniendo todo esto en cuenta, Soul Hackers es uno de los SMT más accesibles que he jugado. Mi conocimiento de RPGs hizo que el viaje no fuera nada complicado personalmente, pero tal vez puedas encontrar desafíos si eres nuevo en el género. Hay muchísimas tiendas en Amami City donde gastar nuestro dinero para comprar objetos, equipamiento, fusionar demonios y adquirir mejoras que harán la aventura más disfrutable y sencilla, como la habilidad de guardar en cualquier momento.
En nuestra COMP, un super ordenador con forma de pistola que usamos para comunicarnos con los demonios y controlarlos, podremos también hablar con Nemechi, una adorable criatura que nos concederá demonios a cambio de puntos especiales adquiridos a diario, algo de lo que pude fácilmente sacar provecho y conseguir un poderoso equipo. Nemechi tiene varias transformaciones que expanden la cantidad de demonios que se pueden desbloquear.
En la versión de 3DS fueron añadidos 30 demonios, un nuevo opening, la habilidad de comprar demonios que ya habíamos fusionado, y una batalla opcional contra un invocador de demonios conocido, siendo una experiencia mucho más completa que sin duda alegrará a todos los fans.
Soul Hackers también consta de problemas en el apartado de sonido: a veces las voces de los actores estarán muy bajas y casi no los escuchamos. La música a veces también está muy elevada, en otras ocasiones los personajes dejaron de tener voz completamente, volviendo a tenerla tras unas frases. Algo que también puede suponer una gran barrera en Soul Hackers es el idioma inglés, siendo obligatorio entenderlo, debido a la falta de subtítulos en castellano.
CONCLUSIÓN
Soul Hackers es uno de los Shin Megami Tenseis más accesibles para el publico actual y, aunque a veces sufre por la edad, sus mecánicas de combate siguen funcionando correctamente y su estilo visual continúa destacando entre otros juegos de Atlus.
Interactuar con los muchísimos demonios siempre es una actividad que estoy dispuesto a realizar. Los personajes aportan una madurez necesaria que encaja perfectamente en el ámbito de la historia, con un humor que llega en el momento correcto y personalidades creíbles con las que simpatizar.
El final de Soul Hackers es uno de los mejores que he vivido dentro de un juego de Megaten, con una banda sonora increíblemente adictiva y motivadora. Su duración no es demasiado extensa, pudiendo durar entre 40 y 50 horas, perfecto para una historia que no necesita ni más ni menos tiempo.
Todo fan de los juegos SMT/Persona disfrutará de la experiencia en el mundo de Devil summoner: Soul Hackers y sus icónicos personajes se quedarán marcados en la mente del jugador durante las próximas décadas.